Ultimamente, en plena lucha contra el cambio climático y con una clara incertidumbre sobre cuál va a ser la tecnología que impulsará los vehículos del futuro (que muy probablemente no va a ser una sola sino varias), se está viendo que en el mercado de la automoción, el vehículo impulsado por la tecnología 100% eléctrica, no acaba de despegar al ritmo esperado por las expectativas de la Unión Europea, quien tiene el propósito de establecer una fecha límite a medianos de siglo para prohibir la venta de vehículos nuevos con motores de combustión interna ya sean vehículo 100% combustión o bien híbridos tanto enchufables como auto recargables.
En vista de que en la práctica dichas normas no tienen al parecer una viabilidad demasiado clara debido a los diferentes problemas que presenta la implantación del vehículo 100% eléctrico, el de hidrógeno con pila de combustible, se abre la posibilidad de que el motor de combustión interna siga vigente en la movilidad del futuro, siempre y cuando sus emisiones de CO2 al medioambiente considerándose “emisiones netas” por lo que se entiende que no se aporta más dióxido de carbono a la atmósfera del que ya hay.
Aparte del motor de combustión interna alimentado por hidrógeno el cual se puede considerar prácticamente cero emisiones de CO2, se abre la posibilidad de que el motor de combustión siga vigente en la movilidad del futuro funcionando con los llamados combustibles sintéticos.
Obtención del combustible sintético:
Es obtenido descomponiendo el agua cuya molécula es H2O a través de la electrólisis a temperaturas superiores a 800ºC para separar los átomos de hidrógeno H, los cuales serán empleados para generar el combustible y el oxígeno O que será liberado a la atmósfera.
Por otra parte se captura artificialmente el dióxido de carbono que es el principal gas que contribuye al efecto invernadero debido a sus concentraciones elevadas en la atmósfera y cuya molécula es CO2 . Este proceso es llevado a cabo a través de torres de absorción actuando como esponja que atrapa el dióxido de carbono.
Por último mediante altas temperaturas, altas presiones y catalizadores se mezclan los átomos obteniendo moléculas de metanol CH3OH la reacción química que tiene lugar es:
𝐶𝑂2 + 3𝐻2 → 𝐶𝐻3𝑂𝐻 + 𝐻2𝑂
A partir de las cuales después de otro proceso usando presión temperatura y catalizadores específicos, se transforma el metanol en gasolina sintética.
Hay que tener en cuenta que para realizar la electrólisis del agua es necesario emplear energía eléctrica. Para que el combustible sintético sea considerado como neutro en emisiones, la electricidad empleada en la electrolisis del agua debe de ser generada a través de fuentes de energía renovables como le eólica, la hidráulica y la fotovoltaica.
Ventajas del combustible sintético.
El uso de combustibles sintéticos presenta una clara ventaja respeto a otras tecnologías ya usadas en la actualidad o que se están desarrollando. Y es que a nivel de suministro y utilización, en la actualidad se requerirá de poca inversión para su suministro puesto que la misma red de suministro de combustibles fósiles actual nos sirve.
Otra clara ventaja respecto a otras energías es su capacidad de almacenamiento, puesto que al igual que la gasolina, no requiere de sistemas complejos mas allá de los ya existentes. Esto hace además que haya mayor flexibilidad a la hora de producirlo, pudiendo a provechar momentos en los que se puede realizar electrolisis del agua utilizando energía eléctrica de una fuente renovable que esté rindiendo mucho en un momento determinado, sin la necesidad de tener que consumir el combustible sintético de inmediato.
En España tenemos un gran potencial para la producción de energía eléctrica renovable al tener potencial de generar electricidad a través de energía solar y eólica por lo que nos habría dependencia externa.
La tecnología actual que utilizan los motores de los vehículos es compatible con la utilización de los combustibles sintéticos por lo que los propietarios no deben de invertir grandes cantidades de dinero en transformar los sistemas de almacenamiento y alimentación del vehículo.
El gasoil sintético puede añadir una ventaje extra. Y es que para producirlo se pueden usar residuos orgánicos, biomasa lignocelulósica o incluso plásticos reciclados, proporcionando flexibilidad en la producción.
Desventajas del combustible sintético.
Entre las desventajas está su coste de producción. Para su producción es necesaria la energía eléctrica cuyo coste acaba siendo significativo si existe una alta demanda de producción añadiendo que las energías renovables, en especial la eólica no son constantes. A todo esto hay que sumarle el coste de las instalaciones de electrolisis y absorción de dióxido de carbono, cuyo precio acabará viéndose reflejado en el combustible y según indican algunas fuentes, esté precio podría ser entre un 50% y un 80% mas al que cuesta ahora el combustible extraído del petróleo fósil.
Otro de los aspectos a tener en cuenta es el bajo rendimiento que presentan los combustibles sintéticos que en la actualidad estará comprendida alrededor de un 16% (el rendimiento de un vehículo eléctrico, puede llegar al 72%), esto los hace poco eficientes.
La gasolina sintética presenta unas propiedades las cuales hacen que se degrade el aceite de motor mas rápidamente puesto que se filtra con mas facilidad a través de los segmentos de los pistones diluyéndose con el aceite y degradando sus propiedades. En el Campeonato Mundial de Rallyes (WRC por sus siglas en inglés) los coches ya se han encontrado con este problema al utilizan gasolina sintética para los motores de los coche de rally. Los equipos de asistencia en ocasiones han de realizar el cambio de aceite de motor cada vez que el vehículo pasa por el puesto de asistencia. Por lo tanto en los vehículos de uso diario también podría afectar este problema teniendo que modificar los intervalos de mantenimiento y servicio de cambio de aceite.
En este sentido será importante la comunicación del taller con el usuario del vehículo, puesto que si no se conoce, los intervalos de cambio de aceite que marca el fabricante pueden estar previstos únicamente para uso de combustible fósiles y si no se adapta el plan de mantenimiento, podrían surgir más averías de motor por problemas de engrase.
